La víctima presenta quemaduras en la cara y la córnea.

Redacción de CiberCuba.   Nov. 15/2023 –

El hecho ocurrió el pasado 12 de noviembre cuando el escritor se encontraba friendo unas croquetas y una de ellas explotó en su cara.

El hombre fue llevado al hospital con quemaduras en el rostro y en la córnea. Según los médicos tardará varios días en recuperar la visión a consecuencia de la inflamación en los ojos.

Varias personas han apoyado la recuperación de Hernández con medicamentos, informó en Facebook el internauta Ramon Alvarez.

“Señores lo de las croquetas revolucionarias y de la resistencia creativa no es de juego. Miren cómo ha dejado a nuestro querido cronista del pueblo. Hoy el médico lo vio y lo curaron. Todavía vamos a extrañar sus publicaciones porque le limpiaron y le quitaron el tejido dañado, pero todavía no puede ver porque las cosas las ve borrosas y lo volvieron a vendar”, explicó por su parte en otra publicación la cubana Elba L León.

“El médico dice que al pasar de los días irá recuperado la visión Dios mediante tiene las córneas muy inflamadas y dañadas. Gracias a las personas que han brindado el mercurio para que pudiera empezar las curas y así evitar que le tuvieran que raspar la cara. Él les manda saludos y les dice que se cuiden de las explosivas, el que entendió, entendió”, bromeó en su publicación.

Las llamadas croquetas explosivas acumulan ya decenas de víctimas en Cuba. Muchas de ellas han denunciado a la empresa Prodal –que las elabora– por negligencia y han exigido publicar el contenido de la receta, o determinar por qué explotan.

Sin embargo Prodal ha culpado a los consumidores de hacer que estas exploten por “errores comunes” a la hora de cocinarlas.

Entre las recomendaciones de la entidad para evitar accidentes, está la de calentar el aceite a 180 grados, poner a freír la croqueta cuando esta esté a temperatura ambiente, y no moverlas demasiado.

Sin embargo, los cubanos creen que el producto tiene algún ingrediente peligroso, porque se han reportado casos de croquetas que explotan incluso después de freírlas, cuando ya están servidas en el plato.

La empresa no ofreció una disculpa a las víctimas, no se comprometió a mejorar la receta, y en medio de la escasez de alimentos que vive la isla sus habitantes no tienen más remedio que continuar arriesgando su salud en el consumo de este alimento.